- El fenómeno climatológico DANA -depresión aislada en niveles altos- provocó que en la zona cayeran en tan solo cuatro horas la lluvia de todo un año; causando la muerte de más de 200 personas y miles de damnificados.
La ciudad de Valencia ha sido golpeada por intensas inundaciones que han dejado a su paso un panorama desolador. Las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de ríos y la inundación de diversas zonas, afectando gravemente la vida cotidiana de miles de residentes. Las autoridades locales han activado protocolos de emergencia, mientras los equipos de rescate trabajan incansablemente para ayudar a las personas atrapadas y evaluar los daños.
Los informes iniciales indican que la inundación ha afectado principalmente a los distritos más vulnerables, donde el agua ha inundado hogares, comercios y calles. Las imágenes de vehículos sumergidos y familias evacuando a toda prisa son un recordatorio impactante de la fragilidad de nuestras ciudades frente a los fenómenos climáticos extremos.
Expertos en cambio climático han señalado que la frecuencia e intensidad de las lluvias extremas están aumentando, lo que exige una revisión urgente de las estrategias de planificación urbana y gestión de recursos hídricos. La situación en Valencia también debe servir como una llamada a la acción para otros países, incluyendo Chile, donde se enfrentan retos similares.
Luis Baertl, presidente de la Junta de Vigilancia del río Maipo primera sección expresó que “la necesidad de implementar políticas públicas que prioricen la resiliencia urbana, agrícola, productiva y de los ecosistemas es imperativa. Debemos contar con nueva infraestructura que no solo resista las inclemencias del tiempo, sino que también contemple la gestión sostenible del agua y para ello, el camino de la cooperación es esencial y es el momento de que el Estado, Organizaciones de Usuarios de Aguas, sector privado y comunidades trabajen juntos para desarrollar estrategias que nos permitan adaptarnos al escenario climático que nos toca vivir”.