Consejos de Cuenca: trabajando por una nueva gobernanza del recurso hídrico

  • La gestión del recurso hídrico  nacional requiere de una institucionalidad que logre reunir a los actores relevantes de cada cuenca del país, que quienes mejor conocen las particularidades de la cuenca participen en las decisiones que le atañen; respetando las atribuciones, competencias y facultades que la normativa vigente reconoce tanto a las organizaciones de usuarios como a la autoridad hídrica del país.

Falta de coordinación y cierta orfandad institucional  son algunas de las ideas que afloran en los expertos al referirse a la gestión hídrica de nuestro país. Una problemática cuya solución se vuelve cada vez más urgente y que demanda planes y soluciones concretas de mediano y largo plazo.

Es necesario asumir que el problema de escasez de agua no es sólo por la falta de lluvia, sino que enfrentamos un cambio climático estructural al que tenemos la obligación de adaptarnos. “El trabajo colaborativo entre los distintos usuarios del río es clave. Eso es lo que nos ocupa desde hace tiempo y así es como hemos logrado alcanzar acuerdos que, en su momento, permitieron asegurar la disponibilidad de agua para el consumo humano  en la RM y lograr un volumen de agua embalsada histórico en el Yeso”, explica Luis Baertl, presidente de la primera sección de la Junta de Vigilancia del río Maipo, quien agrega, “estamos trabajando en proyectos diversos que nos permitirán potenciar la eficiencia en la gestión del recurso, aportando a la sostenibilidad de la cuenca”.

Según el Diagnóstico de la Gestión de los Recursos Hídricos de Chile elaborado por el Banco Mundial en 2011,  existen falencias “en los sistemas de información y comunicación, la coordinación intra e inter sectorialmente, la integración de la gestión de cuencas y el fomento de la participación de los grupos interesados”.

“Hay un gran problema de burocracia. Demora 17 años hacer un embalse, 4 o 5, una planta desaladora y no existen leyes para reusar las aguas depuradas (tratadas) que respalden soluciones como la infiltración. No disponemos de un marco jurídico que permita innovar”, opina Gabriel Caldes, consultor en gestión de recursos hídricos.

Planificar desde una mirada multisectorial parece ser el camino. “Los Consejos de cuenca son una alternativa, pero hay que definir cuidadosamente cómo van a operar”, puntualiza el académico de la Pontificia Universidad Católica, Guillermo Donoso, compartiendo algunos conceptos sobre su carácter.

“El Consejo de cuenca debe estar formado por todos los actores relevantes: usuarios de la cuenca, integrantes de la sociedad civil (definiendo quiénes) y representantes del sector público, con una estructura de naturaleza ejecutiva parecida a la de una junta de vigilancia. Su objetivo debe alinearse con la generación de un plan de gestión de recursos hídricos con prioridad en el largo plazo, con una visión compartida y vinculante de adonde queremos llegar. Lo ideal es que el consejo sea una entidad técnica, autónoma, transparente y objetiva”.

Qué son los Consejos de Cuenca

El Consejo de cuenca es un órgano que tiene la tarea de avanzar en un modelo de gobernanza de agua descentralizada y desde los territorios para cuyo funcionamiento reunirá a representantes de todos los usuarios de la cuenca hidrográfica. Será un ente deliberativo que se complementará con una entidad técnica, cuya creación estará al alero del Gobierno Regional.

Entre las tareas previas a la creación de los consejos de cuenca, está la de entregar lineamientos generales para una política nacional y elaborar un proyecto de ley que respalde su existencia formal, lo que -según se ha informado- podría ocurrir en el segundo semestre de este año.

“Hay que aprender de la experiencia de otros países y empezar a hacer las modificaciones legales para dotarlos de atribuciones. En este tema recomiendo mirar atentamente el caso de Australia, cuya regulación de agua es muy consistente con la nuestra”, agrega Donoso.

“Es de suma importancia que quienes mejor conocemos las particularidades de la cuenca del Maipo participemos en las decisiones que le atañen, respetando las atribuciones, competencias y facultades que la normativa vigente reconoce tanto a las organizaciones de usuarios como a la autoridad hídrica del país. Para ello y cada vez que se nos ha requerido, nuestra junta de vigilancia ha puesto a disposición su conocimiento y experiencia, ya que dentro de nuestros grandes intereses está el de propiciar el trabajo conjunto y fortalecer las alianzas público-privadas para avanzar en una gestión eficiente”, concluye Baertl.