Gestión hídrica local: La importancia de las acciones que se implementan a nivel central, comunal y domiciliario para optimizar el uso del agua en sequía.
- Según la Dirección Metereológica de Chile, las condiciones de precipitación pronosticadas para el trimestre de otoño serán bajo lo normal, no superando los 87 mm de lluvias acumuladas en la Región Metropolitana.
- Implementar estrategias de eficiencia y uso racional en el ámbito público y domiciliario es fundamental para enfrentar este desafío.
Chile enfrenta su décimo cuarto año con una megasequía y de acuerdo con los datos aportados por el Plan Sequía de la Segegob tenemos un déficit de precipitaciones de entre 60% y 80% comparado con el promedio histórico y de más del 85% en lo que respecta a la acumulación de nieve.
Los pronósticos de esta temporada otoño invierno tampoco son auspiciosos, porque según lo informado por la Dirección Metereológica de Chile en el boletín de tendencias climáticas de marzo, la Región Metropolitana no superaría los 87 mm de lluvias acumuladas por debajo de unrango normal que oscila entre 87 y 138 mm.
En este contexto, la seguridad hídrica de nuestra región se encuentra bajo la lupa y alcanzar una gestión eficiente de los recursos disponibles es urgente y se requiere del aporte de todos los sectores.
En esta línea, Luis Baertl, presidente de la primera sección de la Junta de Vigilancia del río Maipo, explicó que “avanzar en la seguridad del suministro para todos los usuarios de la cuenca requiere de un trabajo conjunto, que integre a los distintos actores y que, en este objetivo, logre una sinergia necesaria entre las posturas de representantes del sector público y privado”. Asimismo, señaló que “en nuestra sección del río, tenemos un convenio con Aguas Andinas y estamos trabajando unidos porque entendemos que es la única forma de enfrentar la crisis climática. Más allá del desafío que esto significa, estamos conscientes que todos tenemos algo relevante que aportar y un rol desde el cual actuar”.
Desde o ,2020 el gobierno central trabaja en un acuerdo nacional para la gestión hídrica; mientras que el gobierno regional impulsa la creación de un consejo de cuenca para el Río Maipo. A su vez, distintos municipios desarrollan planes de acción que buscan optimizar el uso del recurso, así como su cuidado.
Ejemplo de ello son iniciativas como la impulsada por la comuna de Puente Alto que cuenta con un programa de educación en eficiencia hídrica para vecinos que se encuentra en etapa de convocatoria. San Bernardo hace lo propio organizando charlas informativas que abordan el tema de la escasez y el cambio climático.
La comuna de María Pinto, por su parte, realizó el recambio de los artefactos sanitarios de sus instalaciones incorporando dispositivos con sensores de movimiento y estanques de menor volumen de descarga que permitirán ahorrar miles de litros de agua potable por unidad. Unido a ello, a través de su Dirección de Medioambiente, Aseo y Ornato, DIMAO, realiza talleres de acopio y y también charlas sobre hidrogeología del sector.
En la línea de hacer un uso más eficiente y consciente del agua, Providencia desde hace un tiempo se abocó a reemplazar 51 mil metros2 de pasto por especies resistentes a la sequía y cuenta con una ordenanza aprobada que establece que el riego debe realizarse sólo entre las 8 de la noche y las 8 de la mañana.
Una medida digna de imitar en el ámbito domiciliario, ya que, según cifras entregadas por el Centro de Estudio Ciudad y Territorio del MINVU, en la Región Metropolitana el 87% del pasto está en espacios privados.
De acuerdo a los datos entregados por la Superintendencia de Servicios Sanitarios en 2022, las comunas del país que más consumen agua a nivel residencial se encuentran en la Región Metropolitana, por lo que las iniciativas a ese nivel cobran relevancia a la hora de cuidar el recurso. En este sentido, medidas como la instalación de reductores de caudal de grifos del baño, regular la descarga del inodoro, lavar alimentos en recipientes, evitar la limpieza de calles con agua potable, optar por electrodomésticos eficientes o la elección de plantas de bajo consumo de agua en el jardín son acciones que constribuyen a hacer frente al mal uso del agua.