- El Subsecretario (s) de Agricultura y Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego, junto a las Seremis de Agricultura y de la Mujer y Equidad de Género; visitaron las instalaciones y comprometieron su colaboración en la reposición de las estructuras para el riego y en las soluciones de largo plazo para evitar futuros efectos negativos.
Hasta la bocatoma El Clarillo, en el río Maipo, llegaron diversas autoridades para constatar en terreno los efectos que el pasado frente ocasionó en esa obra y los efectos que puede acarrear para el riego de más de 35 mil hectáreas de cultivos.
En la instancia participaron el Subsecretario (s) de Agricultura y Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Wilson Ureta; el Delegado Presidencial Provincial del Maipo, Miguel Angel Rojas; la Seremi de Agricultura Nathalie Joignant; la Seremi de la Mujer y Equidad de Género, Ana Martínez; junto al presidente de la Junta de Vigilancia del Río Maipo Primera Sección (JVRM), Luis Baertl y representantes de la Asociación Canales de Maipo.
“Estamos sumamente contentos porque las autoridades se han hecho presente inmediatamente para conocer en terreno las consecuencias de las lluvias. Estamos convencidos que nos apoyarán en estos difíciles momentos para las comunidades agrícolas y estamos coordinando las siguientes acciones” afirmó Baertl.
El frente climático provocó un notable aumento del caudal del río Maipo, subiendo un 3000% en 24 horas, porque si el jueves a las 8 am contaba con 23 metros cúbicos por segundo, para el viernes a esa misma hora ya tenía 690 metros cúbicos por segundo; superando los 1200 metros cúbicos por segundo para el mediodía, debido a que se sumó la importante crecida que mostró el río Clarillo.
Este caudal arrastró a su paso gran cantidad de la vegetación que había en el cauce, así como escombros, lo que obstaculizó las compuertas y esclusas de la bocatoma El Clarillo, generando una enorme presión sobre la estructura principal.
Baertl detalló que “tuvimos efectos muy grandes porque se debió romper el canal tronco de la Asociación para evitar mayores daños producto de la enorme presión que ejercía el caudal. Esta bocatoma riega alrededor de 35 mil hectáreas de cultivos, por lo que su falla afectaría principalmente a pequeños agricultores, que representan el 70% de los usuarios y que tienen menos de 10 hectáreas cada uno”.
En ese sentido Wilson Ureta, comentó que “estamos frente a amplias zonas de cultivos que pudieran quedar desabastecidas si como Estado no colaboramos con las asociaciones de canalistas, para recuperar lo básico del abastecimiento. Nuestro compromiso como CNR, en conjunto con la Seremi de Agricultura y el MOP, es colaborar en la reposición de la infraestructura para agosto y en las obras de estructurales de fondo para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir”.
Asimismo, la Seremi de Agricultura indicó que “nos tenemos que preparar porque el cambio climático así lo demanda, esto se va a repetir en el tiempo y como Estado vamos a seguir apoyando a los canalistas, porque de ellos depende el riego de miles de hectáreas de cultivos; la mayoría de ellos son de agricultura familiar campesina y donde hay muchas mujeres de las que depende la seguridad alimentaria”.
Desde la JVRM y la Asociación de Canalistas valoraron la respuesta de las autoridades y señalaron que además de la visita en terreno, mantuvieron contacto con el Director Regional del SAG, Claudio Ternicier González y la Directora Nacional de ODEPA, Andrea García Lizama.
“Es muy relevante que sigamos coordinados, tanto para hacerse cargo de las tareas inmediatas para enfrentar las consecuencias del reciente frente climático, como para una planificación de las acciones y medidas que se requiere implementar a futuro para estar preparados para estos eventos que, lamentablemente, se harán cada vez más frecuentes producto de los efectos del cambio climático” finalizó Baertl.
¿Qué es una bocatoma?
Durante el reciente frente climático que azotó gran parte de la zona central del país, se dio visibilidad a toda la infraestructura presente en los cauces de los ríos, principalmente las bocatomas, producto de los daños que sufrieron debido al aumento de caudal y por el material que trajo consigo.
Las bocatomas son estructuras hidráulicas que permiten derivar parte del agua disponible en un curso de agua hacia un canal, para que esa agua pueda ser utilizada en distintos fines y actividades, como por ejemplo en riego, abastecimiento de agua potable y generación de energía hidroeléctrica, entre otros.
Estas estructuras se construyen en los cauces de los ríos y están normalmente compuestas por barreras fijas y/o móviles, de forma que, mediante la operación de compuertas, permiten captar el agua desde una fuente de abastecimiento natural, como lo es un río. Las compuertas controlan la cantidad de agua que ingresa a los canales y son un elemento fundamental para evitar inundaciones ante eventuales crecidas de los caudales.
Estas obras se complementan con dispositivos de medición del caudal, los que permiten realizar adecuadamente la captación del agua.
