De acuerdo con los especialistas, a partir del mes de junio nos veríamos afectados por el fenómeno de La Niña y la Dirección Meteorológica de Chile ha pronosticado lluvias bajo lo normal para la temporada de otoño.
La disponibilidad de agua para las comunidades y los distintos usos se ve fuertemente amenazada producto de la ausencia de lluvias que se pronostican para la temporada de otoño-invierno, profundizando aún más la grave situación de estrés hídrico que sufre el país.
Luego de aproximadamente un año con El Niño presente en esta parte del mundo, durante esta semana la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) previó el fin de este fenómeno entre los meses de abril y junio. Junto con ello, los científicos estiman que existe entre un 60% y 80% de que La Niña llegue durante el segundo semestre de 2024.
Este fenómeno consiste en el enfriamiento anormal de las aguas ecuatoriales del Océano Pacífico y que a diferencia de El Niño que trajo más de precipitaciones durante el año 2023, provoca todo lo contrario: ausencia de lluvias y la consiguiente sequía.
Ante este escenario, la Junta de Vigilancia del Río Maipo primera sección (JVRM), como encargada de administrar y distribuir el agua para la Región Metropolitana, hace un llamado al uso responsable del suministro por parte de la ciudadanía y al fortalecimiento del trabajo público-privado que permita construir obras y generar estrategias de sostenibilidad para la cuenca.
“Es de suma relevancia que toda la sociedad tome conciencia de la necesidad de adaptar nuestra manera de vida a la realidad climática que nos toca atravesar. El agua disponible no logra satisfacer la demanda que hoy existe. En ese necesario el uso responsable de parte de todos los sectores es fundamental” afirmó Luis Baertl, presidente de la JVRM.
Actualmente, se llevan adelante una serie de proyectos que buscan dar sostenibilidad y resiliencia a la cuenca, a través de medidas estructurales y de adaptación que han impulsado distintos sectores y que buscan responder a los desafíos que impone el cambio climático.
Desde la entidad ponen el foco en el diálogo y la acción que se requieren para enfrentar adecuadamente las temporadas que se vienen. “Diálogo para que en conjunto lleguemos a las respuestas que necesitamos, y acción porque necesitamos movilizarnos de manera urgente, planificando estrategias de adaptación a este nuevo escenario climático”, puntualizó Luis Baertl.